Echando la vista atrás y recordando tanto los embarazos como los partos, he de reconocer que he tenido buenas experiencias.
Por ponerle una pega tanto al embarazo de Erik como al de Ixone es que tuve diabetes gestacional y tuve que estar a dieta desde el 3º mes de embarazo. Pero a esto también le saco su lado positivo, ya que después de los partos me quede estupenda por haber engordado muy poco durante los embarazos.
Por otro lado, los dos partos fueron muy buenos tanto por la duración de los partos (tuvieron una duración sumando la dilatación y el expulsivo de 3 horas y media cada uno) como por el trato recibido del personal de Osakidetza. También comentar que los dos partos se me adelantaron dos semanas de la fecha señalada. La única diferencia entre el parto de Erik y el de Ixone es que en el primero me puse la epidural y en el segundo no (la dilatación fue tan rápida que no dio tiempo a que llegase el anestesista y eso que no tardó en aparecer ni cinco minutos).
Por ultimo solo mencionar que al tener partos tan rápidos la recuperación del post-parto fue buena, ya que solo tuve cuatro puntos con Erik y tres puntos con Ixone.
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